Yo no quiero que imagines
que las cosas que te digo
cambian con el tiempo
o se las lleva el viento.
Que este calor se irá extinguiendo
como un sol de invierno
o que arderá en el fuego
con la rabia de un momento.
Tarde o temprano
en nuestros ojos ya cansados
pesarán los años.
Otras cosas se irán transformando
pero lo que digo quedará.
Como una promesa que no cambia
cuando has empeñado tu palabra
y que seguirá tal cual mañana
sin que nadie pueda ignorarla.
Y atravesará así contracorriente
los prejuicios de la gente.
No lo olvides más, que tengas bien presente
que lo que te digo ahora
vale por siempre.
Y no pienses que más tarde
cambiará mi modo de mirarte
cuando algunos años pasen
un poco mayores que antes.
No has de preocuparte,
te lo digo a la vista de todos,
siempre voy a amarte.
Todo esto será siempre igual.
Como una promesa que no cambia
cuando has empeñado tu palabra.
Y que seguirá tal cual mañana.
Sin que nadie pueda ignorarla.
Y atravesará así contracorriente
los prejuicios de la gente.
No lo olvides más, que tengas bien presente
que lo que te digo ahora
vale por siempre.
Vale por siempre.
Vale por siempre.
Vale por siempre.
Una promesa que no cambia
si has empeñado tu palabra.
Seguirá tal cual mañana.
Y atravesará así contracorriente
los prejuicios de la gente.
No lo olvides más, que tengas bien presente
que lo que te digo ahora
vale por siempre.
Vale por siempre.
Vale por siempre.
Por siempre.
Vale por siempre.
Vale por siempre.
Vale por siempre.
Por siempre.